¿qué
son? ¿por qué existen? O la cuestión tan
realizada
en estos miles de años: ¿Por qué Dios si es
Bueno,
permite que exista el Mal?
Esto
ha derivado en cuestiones como: ¿Por qué
pasan
cosas malas? ¿Por qué Dios deja que nos
sucedan
cosas malas? ¿Por qué existe gente mala?
¿Por
qué le pasan cosas malas a la gente buena?
Todas
estas cuestiones por las cuales el normal de las
personas
en este mundo han pasado, son uno de los
temas
fundamentales a los que podemos llegar en la
búsqueda
de nuestra evolución, de reconocer las
verdades
y encontrar la luz.
En
primer lugar debo decir muy sinceramente que lo
que
yo pueda explicar sobre el Mal y el Bien, no es
más
que mi humilde trasmisión de experiencias desde
un
nivel No Emocional.
En
los niveles de Información, la concepción de lo
Bueno
y lo Malo no existe, sólo existe el movimiento,
o
el estancamiento.
Para
los seres y entidades universales, lo peor que
puede
existir es estancamiento.
El
libro espiritual que aborda el tema del bien y el
mal
es “Bhagavad
Gita”, habla de la Acción, No
Acción
e Inacción.
La
Inacción es la peor de las tres, pues implica el No
movimiento,
implica estar inerte, estancado.
En
cambio, la No acción es una elección que tal vez
influya
en el accionar externo, para traducirlo:
“No
me meto, no es mi problema”, es una forma
sabia
de expresar la No Acción.
Y
la Acción, es lo importante. Nunca se dice si la
debe
ser Buena o Mala, como recuerdo que se decía
en
11ª Dimensión: “No importa si es malo o bueno, lo
importante
es que se haga.”
Desde
luego, nuestra civilización se basa en el Bien y
el
Mal, pero eso es porque no entendemos la
verdadera
esencia y origen de ambas:
El
BIEN
Éste
no es la Luz, el bien es una manera de accionar.
Es
una forma de tomarse las cosas con sabiduría y
armonía.
El
MAL
Éste
no es la oscuridad, el mal es otra manera de
accionar.
Una forma de hacer las cosas rápida y
aceleradamente,
sin importar la armonía,
simplemente
el movimiento.
Para
entender esto de mejor manera, tenemos que
recurrir
a la base que genera todo esto: el
Movimiento.
Este
movimiento es el que nosotros humanos
llamamos AMOR,el
mal, se mueve mucho a través del
Amor,
por más ilógico que parezca.
Nosotros
tenemos un mal concepto respecto al Amor,
y
es que creemos que éste es suave, que nos arropa,
nos
une, que es familiar, paternal, pero no es así, el
Amor
es una vibración fuertísima, es como un rayo,
que
puede dar luz, fuego, o puede provocar la
muerte.
El
Mal utiliza el amor, pero de una manera no
equilibrada.
Nosotros
somos seres que estamos experimentando,
y
por lo tanto, somos seres que intentamos estar en
Armonía,
pues nuestra evolución interna y externa
nos
llama a buscar la armonía, y es por eso que
vemos
al Mal, como algo malo, aunque en realidad no
lo
sea.
Debemos
liberarnos de los conceptos viejos católicos
o
religiosos en general: BIEN y MAL con dos caras de
una
misma moneda, uno elige cuál usar, pero ambas
llevarán
al mismo objetivo, sólo debemos tener en
cuenta
una cosa:
El Bien nos
ayuda a la iluminación equilibrada, es un
camino
más lento, en el que la Paciencia es el arma
más
preciada, mientras que el Mal, es la manera
rápida
de hacer las cosas, el camino corto.
El
problema del camino corto, es que hay millones de
distracciones
en él.
Si
uno se distrae con una sola de esas tonterías en el
camino,
tardará muchísimo tiempo en salir de ese
camino.
Ambos
caminos son la luz, visto desde la materia, el
Mal
deteriora el camino de la Luz, del equilibrio, lo
tienta,
lo confunde, lo perturba, y lo asecha, mientras
que
desde la visión neutra del universo, el Mal pone
a
prueba los límites y el equilibrio del Bien, lo
fortalece,
le da objetivos, y lo ayuda a evolucionar.
En
los mundos, no podría existir la evolución sin uno
o
el otro.
Es
importante vivir en la dicotomía de incomprensión,
es
importante no entender por qué pasa esas
cosas…
no se apresuren a comprender este
mecanismo.
Esto
que he dicho aquí, no justifica el accionar del
Mal,
justifica la existencia del mismo. Cada uno en su
interior
sabe que el Mal es una elección, la diferencia
no
está en creer que se pueden utilizar los dos en
pro
de la evolución, la diferencia radica en el hecho
de
saber cuál es el camino que realmente nos
corresponde
en este preciso momento.